• Condenados el propietario de una clínica dental que ejercía como dentista sin serlo y un protésico dental reincidente por delito de intrusismo
  • Las dos sentencias han logrado que se condene la actividad de los intrusos por dos delitos, uno de los cuales, el de estafa, lleva aparejada pena de cárcel y no solo económica

En un plazo de tres semanas, el Colegio de Dentistas de Las Palmas logra dos sentencias favorables por intrusismo y estafa: la primera contra el propietario de una clínica dental que ejercía como dentista sin tener la titulación para ello, y la segunda contra un protésico dental que ya había sido condenado cinco años atrás, también por un delito de intrusismo, y que tiene otra causa pendiente de juicio por los mismos motivos. La entidad colegial ha interpuesto querellas que han dado lugar a que existan varios procedimientos penales en diferentes partidos judiciales por causa de intrusismo.

Propietario de una clínica dental que ejercía como dentista sin serlo

La sentencia en firme del Juzgado de lo Penal número 6, dictada el día 19 de mayo, condena a tres meses de prisión por un delito de estafa y a una pena de  multa de seis meses, a razón de una cuota diaria de 10 euros, lo que totaliza un importe de 1.800 euros, por un delito de intrusismo, al propietario de una clínica dental ubicada en Las Palmas de Gran Canaria, y que ejercía como dentista sin poseer la titulación requerida para ello.

En España no es necesario ser odontólogo para abrir una clínica dental, pero en este caso, el propietario de la clínica había sido denunciado por la colocación defectuosa de ocho fundas a un paciente, que además de desprenderse, le causaron dolores y problemas bucodentales, y por las que pagó 5.400 euros.

La sentencia tuvo en cuenta la atenuante de reparación del daño, tras el acuerdo de las partes, y la rebaja por parte de la fiscalía, así como el Colegio de Dentistas, como acusación particular, de su petición de un año de cárcel a tres meses.

Protésico dental, reincidente por delito de intrusismo

El Juzgado de lo Penal número 4 de Las Palmas de Gran Canaria, condenó en firme el día 8 de junio por la falta de estafa y delito de intrusismo a un protésico dental que ejercía labores de odontólogo en su vivienda particular.

El caso de este último acusado llama especialmente la atención por tratarse de un reincidente en el ejercicio fraudulento de la profesión de dentista, que ya había sido condenado en 2011 por delito intrusismo, estafa y falta de lesiones en sentencia del Juzgado de lo Penal número 6, y en sentencia de 2011 en el mismo Juzgado por delito de intrusismo.

El condenado, en esta última ocasión, había sido investigado por la querella interpuesta por el Colegio de Dentistas por colocar una prótesis defectuosa a una paciente que le abonó 210 euros y por realizar un tratamiento de ortodoncia a un menor, por el que percibió 250 euros. A este último, el falso dentista llegó a atenderlo en un bar cercano a su domicilio, según la investigación realizada por el Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria.

La pena de prisión asociada al delito de estafa, que va desde los seis meses a los tres años de cárcel, requiere de un perjuicio económico superior a los 400 euros. Por lo que en este caso, al tratarse de una cantidad inferior, se condenó al acusado a una ‘falta de estafa’ y a una pena de dos meses multa con cuota diaria de 10 euros, lo que totalizó un importe  de 600 euros.

El delito de estafa añadido al de intrusismo, conlleva pena de cárcel

Ante estas dos sentencias, José Manuel Navarro Martínez, presidente del Colegio de Dentistas de Las Palmas, manifiesta: “Consideramos trascendente esta nueva línea de actuación que incluye la estafa, ya que conlleva penas de prisión y por lo tanto la penalidad es más importante para el delincuente. De hecho, la mayoría de los casos de intrusismo se asocian a delitos de lesiones o estafas” Y añade: “Desde el Colegio de Dentistas de Las Palmas exigimos un cambio normativo en materia de intrusismo, porque lamentablemente el delito de intrusismo sale “rentable”, a pesar de que la Odontología es una profesión sanitaria que pone en riesgo la salud de las personas o la propia vida”. 

Las sentencias dictadas por los dos Juzgados de lo Penal de Las Palmas han logrado que se condene la actividad de los intrusos por dos delitos, uno de los cuales, el de estafa, normalmente lleva aparejada pena de cárcel y no solo económica.

Y es que el delito de intrusismo sólo impone pena de cárcel cuando el acusado se atribuye públicamente la cualidad de profesional mediante el uso de un título que no posee. Únicamente en este supuesto, se castiga con pena de prisión, entre seis meses y dos años. Sin embargo, el hecho de ejercer las funciones propias de la profesión de dentista sin estar titulado para ello, está penado con multas de seis a doce meses, unas circunstancias que, según José Manuel Navarro Martínez, “hacen que  desde el Colegio de Dentistas de Las Palmas exijamos un cambio normativo en materia de intrusismo, porque lamentablemente el delito de intrusismo sale “rentable”, a pesar de que la Odontología es una profesión sanitaria que pone en riesgo la salud de las personas o la propia vida”. 

Utilizamos una cookies de sesión propia, para personalizar su navegación en la zona privada de la web. Al ser una cookie técnica imprescindible para el funcionamiento de la web no es necesario su consentimiento. Puede obtener más información aquí. Ver texto